BEL DE AGOSTO / ARMANDO ARTEAGA
Mientras cae la lluvia
sombría o triste como un paisaje de Van Gogh
Duchamp sonríe y amara su bote de madera
¿Qué hacer para no sentirme solo, ni lejos
de mi ciudad?
Y no es muy fácil caminar por estas avenidas
desérticas
bajo el peso del agua.
O, sobre el asfalto mojado
a eso de las seis de la tarde
entre las hojas de la tarde
y los avisos lumínicos de la tarde que brillan
o parecen brillar:
los edificios como ficus o pinos i eucaliptos o saúcos
y
el smog que va i viene
en pisadas impías
como cien pájaros oscuros descansan en la yerba
o en alguna rama seca
o en las antenas de los techos
cuando la soledad
es un charco de agua quieto que se duerme
cuando la soledad
cuando la soledad
es un parque de nenúfares
la calle de siempre
mi slip
mi blend ultramontano
y el bus
(como un cuervo escapando de un naranjo)
me hace viajar a través de los ojos de mi muchacha quisicosa
a unos 60 kilómetros por hora
y ahora puedo sentir la mordedura de algo que perdí:
Oh mi desenfreno ensimismado por el barrullo
de los automóviles en las autopistas
y un final nemoroso, hoy sábado.
Ag. 1972
la calle de siempre
mi slip
mi blend ultramontano
y el bus
(como un cuervo escapando de un naranjo)
me hace viajar a través de los ojos de mi muchacha quisicosa
a unos 60 kilómetros por hora
y ahora puedo sentir la mordedura de algo que perdí:
Oh mi desenfreno ensimismado por el barrullo
de los automóviles en las autopistas
y un final nemoroso, hoy sábado.
Ag. 1972
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