domingo, 8 de febrero de 2009

EL GRADUADO/ ARMANDO ARTEAGA

Critica de cine

"El Graduado" fue, a finales de la década del sesenta, una de las películas más taquilleras hecha por uno de los nuevos directores más "académi­cos" de Hollywood. Antes de filmar "El Graduado", Mike Nichols gozaba de una fama inmerecida, pues "¿Quién le teme a Virginia Woolf?" no lograba deslumbrar a la critica que había sido nada benévola con este director, acusado de incapacidad para darle forma cinematográfica a la obra de Edward Albee.


Gran Plano Medio de Nichols en "El Graduado"
Unos ven en El Graduado -que, dicho sea de paso, fue la primera ac­tuación para el cine de Dustin Hoffman- una película pretensiosa de vie­jo estilo, que sólo aborda aspectos superficiales sobre las dificultades de comunicación (o sea la incomunicación) de un sector de la juventud norteameri­cana de entonces, y que apenas nos muestra todo aquello que enajena a Benjamín como en un "cómic". En el filme abundan una serie de recursos cinematográficos que pretendieron ser novedosos, pero por lo recurrente ter­mina desconfigurando el propio univer­so del personaje. Sin embargo, justa­mente en los defectos y excesos de El Graduado, en lo documental, el proceso mismo del filme resulta toda una lección académica sobre el aprendizaje del lenguaje cinematográfico: encuadres minuciosos y simbólicos, juegos de co­lores y de luces, picados y contrapicados expuestos con sobreimpresiones; elementos que no son usados para pro­yectar reflexiones de la realidad sino sólo como adornos.

Lo interesante de "El Graduado" es el triunfo de la revelación del aspecto social y emocional de una generación educada bajo los elementos más tradi­cionales y manipulatorios. El itinerario de Benjamín, el despertar del amor, el rechazo de las convicciones hipócritas desde que lo reciben en el ámbito fa­miliar para celebrar su graduación de bachiller hasta que secuestra a la novia de las gradas del altar, todo aparece en una manera romancesca, limitando la crítica social". El Graduado" no es una mala película; puede divertir a un sec­tor de espectadores que van a encon­trar en el filme de Nichols una fijación de ellos mismos y de sus experiencias reveladas en el cine. Por eso, Benjamín es un héroe aceptable para un pú­blico al que se le puede considerar "post-intelectual" y otro también "pre-letrado".

                                       Primer filme con la actuaciòn de Dustin Hoffman.

El plano en el que aparece Benja­mín a través del arco que forman las piernas de Anne Bancroft, mientras le dice "Ud. me está seduciendo", nos define el sentido que Nichols le ha conferido al filme para mostrarnos la marcada desconfianza de Benjamín en cierta "moralidad ciudadana", el "camp” cultural de un sector de la clase medía norteamericana.

Nichols, en "El Graduado", aparte de la rebuscada composición fotográfica que nos muestra, nos ha remitido a una amalgama de hábitos del viejo cinema sentimental en una bien intencionada y merecida declinación. La imagen de Benjamín nos parece vacilante después de varios años: “obligada a la evolución". "El Graduado", ayudó al cine norteame­ricano al paso de la madurez, retratan­do a una generación de frágil estoicis­mo. El tiempo ha demostrado que el filme de Nichols ha sido, de alguna ma­nera, también, un logro cinematográfico.

*Publicado en el diario Expreso- 01/06/1983.

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