jueves, 5 de marzo de 2009

EL SORPRENDENTE DELEITE DE LA RED CIEGA DE CARLOS M. GUTIÉRREZ/ ARMANDO ARTEAGA

LIBROS

EL SORPRENDENTE DELEITE DE "LA RED CIEGA" DE CARLOS M. GUIÉRREZ*

Por Armando Arteaga



Una visión integral de las cosas sucedidas tiende a poseer la literatura en el último libro “La red ciega” de Carlos M. Gutiérrez, escritor español (n. en Ameyugo, 1965), además de profesor de literatura española del Siglo de Oro, en la Universidad de Cincinnati, USA:

“La red ciega” (Hipocampo Editores, 2008), es un conjunto de 21 “relatos” y/o “cuentos cortos” que con gran destreza narrativa nos confirman el aspecto único y circular de la vida. No sé porqué insito en encontrarle un parecido desde el titulo con “La red” del argentino Eduardo Mallea, aunque el autor de “Razón y Fábula” tenga más un sentido experimental y lúdico en su juego narrativo, pero esta bien cerca de esta propuesta nuestro narrador Carlos M_ Gutiérrez, pues siempre nos está haciendo recordar que “toda vida es un pensamiento” y también “toda acción humana un episodio para contar”.

Todos los cuentos de Carlos M. Gutiérrez en “La red ciega” son de un extraordinario contenido actual y vigente, donde se cuestionan estas categorías aceptadas del sistema de relaciones humana, que a través de un lenguaje claro e impecable, va desarrollando la trama de cada uno de ellos con un estilo muy personal y estético.

Es un narrador para escritores que cuenta su pasión por la literatura y la vida. Desde la citas literarias hasta el descubrimiento de ciertas estaciones culturales que al final resultan siendo estupendos “lugares comunes” para la interpretación vivencial y existencial, que nos remiten a cierto “espeluzno” por el destino postmoderno de sus personajes.

Cuentos que narran ya esta postmodernidad actual, los sinsabores de estos tiempos agitados: circulares y borgianos, elipsoides y elípticos. Memorias y narraciones que tienen alguna deuda –a lo mejor nunca aceptada- con Monterroso, Arreola, Cortazar, Arlt, y Mallea.

Un cuento corto y magistral de este libro es “La letra y la sangre”, porque desarrolla todos los aspectos técnicos aceptables para lograr ese sorpresivo final que vuelve a cruzarse “factible”, la reminiscencia es un homenaje a “Continuidad en los parques”.
Otro cuento insólito es “Palinfesto”, por ese sorprendente final de gran recurso y proeza literaria, por asumir la realidad profesa que cuenta el personaje. En casi todos los cuentos de Carlos M. Gutiérrez hay siempre un inicio sorprendente con lo individual que poco a poco se va transformando en ese “aparejo de mallas para pescar” cualquier incidente fantástico y total de la realidad asumida, esa red donde se atrapan las cosas importantes de la vida y que muchas veces no nos damos cuenta de estos acontecimientos. Objetos y seres que duermen en esa red que muchas veces no entendemos, ni queremos ver.

El “background” literario que muestra Carlos M. Gutiérrez es de primera mano, y está muy cerca de nuestros gustos literarios, y por eso saludamos el sorprendente oficio narrativo que maneja. Y, que nos recuerda siempre, una verdadera obra literaria existe por el “texto” (sistema de relaciones intratextuales) en contraposición con la realidad extratextual que postula: las normas literarias, la tradición y la imaginación. Estos son los ingredientes más amenos de cualquier buena obra narrativa, y “La red ciega” tiene de sobra estos atributos.

Esperamos que “La red ciega siga creciendo para deleite estético de nuevos lectores hispanoamericanos del “relato corto”. En este libro hay “relatos” que son de una buena “relojería” literaria.

*"La red ciega" de Carlos M. Gutiérrez, Hipocampo Editores, 2006.

http://www.hipocampoeditores.com/

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