domingo, 8 de febrero de 2009

EL DISCRETO ENCANTO DE BUÑUEL/ ARMANDO ARTEAGA

Critica cinematográfica
El cineasta español Buñuel.

Luís Buñuel acaba de morir en un hospital da México, una insuficiencia cardiaca terminó con los 83 años del director de cine español más impor­tante de los últimos tiempos. Natural de Calandra, en Teruel, pertenecía a una familia acomodada; hizo estudios de Ingeniería y Ciencias Naturales, Filosofía y Letras, licenciándose en la especialidad de Historia: durante sus años de estudios en la Ciudad Universitaria de Madrid trabó amistad con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Salvador Dalí, y Juan Vicens.

De esa parte de su juventud viene su adopción al surrealismo, por entonces, dice Buñuel: “El su­rrealismo me reveló que el hombre no puede pres­cindir de su sentido moral. Yo creía en la libertad total del hombre, pero he visto en el surrealismo una disciplina a seguir y me ha hecho dar un salto maravilloso y poético".
Hay una imagen muy presente para mí por lo inédito dentro de la historia del cine, y que la re­cuerda muy bien Carlos Fuentes cuando le hizo un interviú al maestro aragonés, y es cuando el joven Buñuel aparece en un plano medio mirando el cielo, y hacia la cámara, avanzando, luego, aparece el rostro de una muchacha muy de cerca, la cámara, entonces, toma en detalle el ojo de la muchacha, la mano de Buñuel se acerca al ojo de la muchacha rasgándolo con una navaja.

La navaja sobre el ojo en "Un perro andaluz".

El desbor­de de las imágenes traspasa el mundo de los sueños y el ojo, son los tiempos de "Un perro andaluz" y la "Edad de oro". Los inicios cinematográficos de Buñuel llenos de surrealismo, y que muchos años después de la década del setenta, cuando Fuentes es invitado por Buñuel a la proyección en privado de "Bella de día", seguían preocupándole (¿Crees que Bretón la encontraría surrealista"?).
"Bella de día" de Buñuel.

Buñuel rompe oficialmente con el surrealismo al filmar "Tierra sin pan", pero esto no es del todo cierto en su obra. Dirige en México "Los olvidados". "Nazarin", "Viridiana", "El ángel" exterminador", verdaderas obras de arte, y explica que: "El cine debe ser testigo, una reseña del mundo, que nos diga todo cuanto es importante en nuestra realidad". Sardónico, en una declaración a Le Monde, había dicho: "Cuando yo era joven miraba el cielo y pensaba: es hermoso, y ahí no hay nada. Hoy miro al cielo y pienso simplemente, que es hermoso”. En "Mi último suspiro", su autobiografía, escrita hace dos años podemos encontrar lo españolismo para interpretar con ironía y cierta amargura los detalles más sobresalientes de su vida, desde su infancia, hasta su paso inconforme por la sordera, y la vejez. Buñuel es para España como Goya, supo reflejar las alegrías, las tristezas, las angustias a través de sus personajes, que eran en el fondo la sociedad misma, con sus instintos e insegurida­des, pero siempre con una visión moral, la moral de Buñuel, que como ha escrito Sadul: "Bajo una aparente crueldad albergaba una ternura sin fin".

*Publicado en el diario Expreso-03-08-1983.

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