martes, 7 de diciembre de 2010

APUNTE EN UNA SERVILLETA / ARMANDO ARTEAGA

APUNTE EN UNA SERVILLETA

Por Armando Arteaga


Imagen: Armand.

Desde la puerta del Café Goyescas, K. mira la Pza. Sn. Martín. El dinosaurio se va metiendo entre la multitud que transita el cuadrilátero. (Frente al cine Colón: un grupo de policías USE. hacen guardia). “K. con las manos en los bolsillos decide perderse en un mundo canódromo, avanza, cabizbajo, solo. Entre seres constantes y grotescos: jirafas, camellos, elefantes, ciervos, perros, leones y tigres, va lobo estepario. Los otros van, vienen, se apuran, forman colas, esperan trepan los colectivos a Miraflores, etc.”. La tarde de K. es gris: arboles, relojes Edox, automóviles, un bostezo, gato. Y llueve.

En realidad, la realidad es otra. K. puede recorrer la ciudad con el ojo como si fuese una cámara de cine. (Mira a dos lustrabotas, lo persiguen, le ofrecen dejarle los zapatos al espejo, señor, ante su negativa, ahora enrumban tras un empleado público que lleva las solapas del saco llenas de caspa). Este mediocre destino del destierro es fatal.

En fin, para no aburrirse, puede entrar al cine Mt., dan Pierrot Le Fou de Godard, o sentarse en el sótano del Club de Teatro: Las sillas de Ionesco. K. puede comprar en el callejón de la librería Época el ultimo best-seller: La Frontera de Regis Debray, o en una discoteca varias tiendas más allá: un L.P. de Leonardo Favio o de Piero para su colección melómana, o simplemente encontrarse con Z. en otro Café de Camaná, y echarse al hueveo de conversar.

Tal como vemos, Kilowatt es un perjuicio burgués, capaz de matar una mañana entera sentado frente a una taza de café, es decir, pudrirse un poco,  nuevamente,  en una mesa del Goyescas dialogando con unos amigos raros y locos sobre la estructura de un poema de Borges –que es un trome-, fumándose una cajetilla de L.M. (Pensando que la vida se muere, arañas, se muere, pata, y no vuelve jamás, coja, manca, ciega, pues nadie se baña dos veces en un mismo rio). Y me rio del río, un caso inútil de poesía. Prosas como estas prometo no volver a escribirlas.

Lima, Abril, 1968.


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