viernes, 13 de febrero de 2009

NINGÚN LUGAR DENTRO/ ARMANDO ARTEAGA



El personaje de “ningún lugar dentro” o el centro existencial del ser en la prosa de César Ávalos*
 
Por Armando Arteaga

Como en el Ulises de Joyce, el personaje busca en la realidad: lo perdido, viene sin argumento, no tiene centro, ni lado, ni costado. Va por la ciudad como un vector indagando asuntos metafísicos, deambula por el dédalo de la vida. En la boca de la noche, el conocimiento se hace perfecto, es in instrumento parta hurgar y divagar en el sin sentido absurdo de la vida, vaga por la realidad vivida o recorre con la mirada la realidad fantástica que el narrador viajero nos ofrece. Es siempre un viaje a lo infinito, hacia lo eterno y hacia lo etéreo. El último libro de César Ávalos: “ningún lugar dentro”, trae abajo el mito del genero literario, no es un poema, no es un relato, no es un guión literario, pero tiene mucho de cada uno de estos géneros o segmentos. Desde el titulo del libro escrito en minúsculas como e.e. cummings, empieza la provocación arbitraria para hacernos viajar por el absurdo de las cosas, por episodios inciertos, por secuencias irreales, por ocurrencias y escenas de ficción: drama donde el personaje se regodea buscando lo inhallable en esa realidad contada, su propio “self”. El personaje, casi un ser inexistente, es el escritor, pero también puede ser cualquier habitante de una ciudad desarticulada y sin estructura urbana como Lima. Lima es un escenario urbano lleno de tensiones: “Caminar por las calles involucra caminar con una gran sensación de odio y tremor. Miraba las cosas, los centros comerciales, los vendedores ambulantes, los pirañas, los locos, los terokaleros, las putas. Todo le era tan odioso, y sin embargo todo esto significaba Lima”, algo que parece tan simple, invade de severas dudas al personaje.

César Avalos en su propio laberinto escribir en búsqueda de un personaje.

La ciudad aparece como un laberinto o un infierno muy inmediato. Las dudas existenciales hacen rebuscarse aun más al personaje hasta convertirlo en un ente anodino, al que vamos a ir descubriéndolo en su propio viaje, al más allá o al interior de su propio ser o laberinto. La prosa “morosa” de Hablaos tiene instantes muy bellos y auténticos. Camina por el absurdo, en travesía de extra-bares, por rincones ridículos y precarios, mantiene un interés trascendente para que el lector nunca pierda el “argumento” literario, la prosa de Hablaos siempre tiene un hilo conductor que produce el interés en seguir indagando por donde va a terminar el personaje, a pesar de las cosas simples que le suceden. El lector siempre se puede preguntar: ¿y ahora qué va a suceder?. Y en realidad sucede simplemente que el personaje sigue viajando en su propio mundo, en su realidad disturbada.

La prosa de Avalos se encuentra por momentos con la “escritura automática” de Isidore Ducasse, el conde de Lautremont, con “ Los cantos de Maldoror”, ese un delicioso bocado de la literatura francesa, es iconoclasta y es irreverente. Tiene mucho del pesimismo de Samuel Beckett, de su particular sentido del humor, entre negro y sórdido. Tiene algo del canto del cisne de un gran heterodoxo como William Burroughs en su “Naked Lunch” donde “la gracia llega en forma de gato”. Y estoy de acuerdo con lo que dice Miguel Idelfonso en la contra carátula a manera de presentación: tiene algo de Jorge Eduardo Eielson, en la prosa de “El cuerpo de Gulia-no”, y yo diría algo de Luís Loayza en “El avaro”. Pero, también está muy cerca del recorrido existencial y el tono insatisfecho del “Aloysius Acker” y “La casa de Cartón” de Martín Adán. La ficción que ostenta Avalos es realista, pero a la vez es fantástica. Recurre al erotismo y a la búsqueda de la insatisfacción humana, siempre constante, que habita la prosa del libro para intimidarnos con el “alter ego” de este personaje, desembocando en el tedio, el aburrimiento y la autodestrucción.

Hermoso texto, entregado por Avalos, algo surrealista, por momentos, con algo de la narrativa de “la escuela de la mirada”, algo de "nouveau roman" (la "nueva novela") de Le Clézio. Enhorabuena, otra aventura literara de César Avalos, un gran vuelo literario. Una mirada de “avidez” sobre la “avenida” realidad peruana, venida -cada vez- a menos. “ningún lugar dentro “, será un libro importante en esta “avesta” de los libros sagrados, y consagrados, de la ultima generación de escritores jóvenes.

* César Avalos (Lima, 1969). “ningún lugar dentro” Colección Killka blues, Hipocampo Editores, (Lima, 2007).

Publicado en la Revista Sol & Niebla N- 5 Enero-Febrero 2009.

2 comentarios:

  1. OEE...explica mejor sobre tu obra ,,, muchos estamos interesados!!!

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  2. César Ávalos es el más músico de todos los poetas de su generación. Buena!!!!

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